Patty me dijo un día que su anterior novio le había llamado y le había dicho que había sido despedido. Le pidió que, si por favor, podía ayudarle de alguna manera, pues iba a quedarse sin su piso de alquiler la próxima semana, que agradecería cualquier tipo de ayuda. Su anterior novio se llamaba Nick.
"He pensado, cariño, que podría quedarse a vivir con nosotros por una temporadita, sólo unas semanas de nada hasta que le encuentre algo definitivo. Total, no tenemos hijos y tenemos un dormitorio amueblado vacío. Y económicamente nos va bastante bien."
Yo puse mala cara. ¡Cualquiera no la pondría! Para empezar era su antiguo novio, no un hermano. Esto implica que habían follado los dos. Patty nunca me habló de sus anteriores relaciones. Yo tampoco le pregunté. Bueno, ella nunca me había preguntado por las mías.
Patty me fue convenciendo. En primer lugar se puso cariñosa. Después se puso a llorar. Soy idiota, ya que no puedo soportar ver a una mujer llorar. Utilizó para convencerme argumentos como "si tu estuvieras en la misma situación, ¿no te gustaría que te ayudasen?" Al final cedí.
Nick no tardó ni tres días en venir a casa. Patty fue a buscarlo en nuestro coche y se trajeron cinco maletas grandes repletas. Estaba claro que Nick había tenido tiempos mejores y había comprado mucha ropa.
"Cariño, la ropa de Nick no cabe en el armario de la habitación de invitados. Vamos a tener que hacer un cambio de armarios."
"¿Que quieres decir, amor."
"Tú tienes mucha menos ropa que él. Vamos a tener que cambiar tu ropa al armario de la habitación de invitados. Nick guardará su ropa en el tuyo."
Era una solución lógica, pero no deseable para mi. Me llevé a Patty al comedor para hablar con intimidad con ella.
"Cariño, ¿no te das cuenta que si hacemos eso, le daremos pie a que entre y salga constantemente de nuestra alcoba? Puede pillarnos perfectamente follando. Con pedir perdón diciendo que iba a su armario a por un par de calcetines tiene la excusa perfecta."
"Bueno, eso tiene fácil solución, cielo.Tu te acuestas en la habitación de invitados y Nick se acuesta conmigo en la cama grande. ¿Te parece mejor solución?"
Lo dijo con una sonrisa en la cara que la delató. Estaba bromeando. Patty acostumbraba a gastar ese tipo de bromas, decir cosas que no suenan lógicas o suenan absurdas, a veces incluso grotescas. Durante los primeros meses de nuestra relación me engañó varias veces, pues me tomé como cosa seria lo que no era más que una broma. Pero lo decía con una voz tan seria que sólo una breve sonrisa al final le delataba. Ya me había acostumbrado a este tipo de bromas, pero en cualquier caso, nombró lo que después se haría realidad.
"¿Qué otra solución hay?"
"Muy fácil, Que ponga solo la ropa de verano y que guarde en las maletas la de invierno, y cuando llegue el invierno, que cambie la ropa. Creo que de este modo cabrá toda."
"No, entonces su ropa se arrugará."
"Pues se plancha."
"Se apolillará."
"No si se pone la ropa en bolsas herméticas con bolitas de alcanfor."
Así empezó una discusión que duró más de media hora. Se ve que Patty ya me había tomado la medida y se puso a llorar. Entonces perdí la partida.
"Lo que pasa es que tu no me quieres y le has cogido manía a Nick," dijo entre sollozos. Unos minutos después yo estaba cambiando mi ropa de armario y ayudando a Nick a colocar su ropa, mientras Patty no hacía nada en especial.
Nick empezó a buscar trabajo, pero no encontró nada. El problema es que yo trabajaba en una oficina con un horario regular, pero Patty es médico y trabaja en el hospital. Además es recién llegada, por lo que trabaja muchas noches en el hospital y tiene el resto del día libre, mientras yo estaba trabajando. Esto llevaba a que Nick y Patty compartían muchas horas por el día juntos, mientras yo estaba en la oficina. Naturalmente esto me provocaba celos.
El personal de la oficina solíamos comer en un bar cercano. Un día busqué a posta tropezar con el camarero para que me vertiera la comida encima. Me fuia casa a cambiarme y sin comer. Abrí la puerta de casa lo más silencioso que pude y vi a Nick y Patty desnudos, completamente en bolas, sentados en la mesa y comiendo.
Me quedé mirándoles y sin reaccionar. Nik también estaba expectante. La primera en reaccionar fue Patty. Ni siquiera preguntó porque estaba allí, aunque era obvio por la mancha de comida en mi camisa y mi chaqueta.
"¿Has comido ya? ¿Quieres comer algo? Sobró algo de comida en la olla."
"Sí... digo no, no he comido."
De repente tenía hambre y no vi necesidad de entrar en una discusión hambriento. Patty se fue a la cocina y volvió con un plato de estofado de carne. Nick continuaba sin decir nada. Comimos los tres en silencio.
Cuando acabamos de comer, con postre y todo, Patty empezó a hablar.
"Tom , si piensas que me voy a disculpar por algo, estás equivocado. Nuestras relaciones sexuales eran muy monótonas. No te puedo reprochar nada en el plano del sexo, pero eres muy aburrido, tanto dentro como fuera de la cama, más aburrido que una ostra. Siempre follábamos una vez a la semana. Te gusta la monotonía y las reglas fijas. Nunca me sorprendías con un ramo de flores, con una caja de bombones o con uan cena romática. Siempre hemos follado una vez a la semana. Nunca más de una vez. Y siempre los sábados. Eres muy buena persona, y yo te quiero mucho, pero muy "normal" en la cama. Tan normal que aburres. Yo nunca pensaba en ponerte cuernos, pero al contestar la llamada de Nick, no pude resistirlo. Recordé la enorme polla que tenía y lo bien que lo pasaba con él. Tú tienes una polla normal, de 18 cms, pero el la tiene de 29."
Hizo una pausa. Después continuó.
"No estoy dispuesta a retroceder. Si quieres te vas de esta casa, pero Tom no se va. Y a partir de esta noche, va a dormir conmigo. Si quieres puedes ocupar la habitación de invitados. Si no quieres te puedes ir. Tú decides."
Después de estar un par de minutos pensativo, una idea me vino a la cabeza. Tengo que ir a trabajar. Había perdido mucho tiempo. Miré el reloj y era tarde.
"Me tengo que ir a la oficina. Quizás me tenga que quedar una hora más para recuperar la hora que he perdido. Tenemos mucho trabajo en la oficina y no creo que el jefe me la perdone. Nos veremos más tarde y hablaremos."
Por supuesto, durante toda la tarde estuve muy pensativo y desconcentrado. Hice esfuerzos tremendos en concentrarme en mi trabajo y lo logré a medias. Cuando todos se fueron a las cinco, quedamos solos el jefe y yo, él en su despacho y yo en la oficina general que compartimos los diez empleados. Cincuenta minutos después, el jefe salió de su oficina con su enterno maletín. Como su oficina estaba al fondo, tenía que pasar necesariamente por mi lado. Cuando llegó a mi altura me dijo:
"¿Le puedo interrumpir, señor Jones?"
"Por supuesto que si, señor Svensson. Mientras esté en la oficina mi tiempo le pertenece a usted."
"Si, pero no es para tratar de un asunto de la empresa, sino privado."
"¿Privado?", dije un poco asustado. El jefe nunca había hablado de cosas privadas con nadie.
"No es que yo quiera meterme en su vida privada, siempre que no afecte a su trabajo en la oficina. Pero hoy, según me contó Smith, trató de chocar adrede con el camarero. No se sorprenda, señor Jones, pero me temo que no es usted muy buen actor. Parece ser que todos se dieron cuenta de su treta. Además, cuando usted vino por la tarde, todos se dieron cuenta que usted no trabajó mucho, que estaba desconcentrado. No, no se preocupe, no se lo voy a tomar en cuenta, siempre que mañana sea usted el mismo de siempre. Por eso, para evitarle a usted problemas mayores en el futuro, quisiera ayudarle si en algo le puedo ayudar."
Le conté brevemente lo que pasó con Nick y Patty. Se sentó en una silla para escucharme.
"Si le puedo dar un consejo, señor Jones, las mujeres son un poco incomprensibles para los hombres. Unas son románticas y buscan amor, cariño y ternura. Otras buscan apoyo moral, algunas incluso apoyo financiero. Buscan sobre todo seguridad en un hombre. Otras buscan buen sexo. No es que sean ninfómanas, pero el sexo es una cosa imprescindible. Recuerdo a su mujer, de la boda de Stevenson [Srevenson era Grace Stenvenson, una compañera de la oficina]. Era muy hermosa y sexy. Intentó flitear conmigo, y por unos minutos, creí que había rejuvenecido y que todavía podía resultar atractivo a las mujeres jóvenes. Pero pronto volví a la realidad de un pobre viejo al que intenta flirtear la esposa de un empleado suyo para, seguramente, conseguir un ascenso para su marido."
Hizo una pausa para tagar saliva.
"En su caso no le puedo dar muchos consejos, porque es muy difícil ponerse en su lugar. Pero me temo que si se divorcia de su mujer, nunca más consiga otra igual de guapa y sexy. Sinceramente, lo malo de casarse con una belleza es que uno nunca puede estar seguro de que no le ponga, más tarde o más pronto, los cuernos. En su caso, lo mejor que puede hacer es compartir a su mujer. Más vale follar una o dos veces por semana con un chica joven y linda que no estar solo."
Se levantó pesadamente de la silla, se despidió de mi y me dijo:
"Creo que no le he podido ayudar mucho, señor Jones. Solo quedan cinco minutos. Cuando salga, no se olvide de cerrar la puerta con llave. Hasta mañana, señor Jones."
"Creo que algo si me ha ayudado, señor London. Hasta mañana."
Se encaminó hacia la puerta y salió. Cinco minutos salía yo detrás de él. Fui a casa. Allí estaban Patty y Nick sentados en el sofá mirando la tele y tomando una cerveza. Le pregunté a Patty:
"Esta noche no trabajas, ¿verdad?"
"No. Tengo que entrar mañana a las ocho de la mañana."
"En ese caso, te vas a dar una ducha y te pones la ropa más sexy que tienes. Creo que ese vestido negro resalta mucho tu culo y tus tetas. Ponte también el conjunto de ropa interior más sexy que tienes. Y tu Nick, ponte la ropa mejor que tengas. Después os vais los dos solos al mejor restaurante de la ciudad. Cuando volvais, os acostais en la cama grande. A partir de ahora yo dormiré en la habitación pequeña. Y mañana quiero ver las sábanas de la cama grande manchadas de semen. ¿Está claro?
Patty se levantó y me dio un abrazo y un beso de tornillo en la boca.
"No creas que voy a dejar de follar contigo una vez a la semana. Ni creas que voy a dejar de ser cariñosa contigo. Tengo amor para los dos. Ahora está de moda eso del polyamor."
Patty y yo vivimos ahora una relación más sincera. La vida de ambos mejoró. Un año después Nick sigue sin conseguir trabajo, pero para evitar que Nick le ponga los cuernos, Patty le compró un
cb-3000, un aparato de castidad masculina y le obliga a llevarlo.
Patty yo ya no celebramos, a sugerencia mía, nuestro aniversario de bodas. Ahora celebramos Patty, Nick y yo nuestro aniversario de tres. Ayer celebramos el primero, un año de estar los tres juntos con total libertad.
FIN